lunes, agosto 23, 2010

oro en k-1 relevos


3 medallas para españa
Oro para el relevo masculino de K-1

* La competición ha concluido en la ciudad polaca de Poznan con la participación de setenta países

EFE. Polonia 22/08/10 - 16:25.

La selección española de piragüismo ha concluido su participación en el Mundial 2010 con tres medallas, al sumar un oro el relevo masculino de K-1 integrado por Craviotto, Llera, Andrés y Rial.

Además del oro conseguido por el palista del Feve Oviedo Kayak, que ha sido segundo en la final C de K-1 500, su compañera de club, Jana Smidakova, fue cuarta en K-4 500 y sexta en K-2 200, mientras que Isabel García, del Gauzón, quedó séptima en final B de K-1 500.

Los otros dos palistas asturianos participantes en el Campeonato del Mundo 2010 han terminado ayer su concurso con el segundo puesto en la final B de K-1 1.000 de Javier Hernanz, del Grupo Covadonga, y el quinto de Emilio Llamedo, del Piragüismo Astur, también en B de K-4 1.000.

La selección española ha concluido hoy su participación en el Mundial 2010 con tres medallas, al sumar un oro el relevo masculino de K-1, integrado por Craviotto, Llera, Andrés y Rial, que se suma a las platas de Craviotto y Rial en K-2 200 y de Bouza en K-1 5.000.

Absolutos dominadores, intratables en los cuatro relevos, tanto en la final como en la eliminatoria, se han mostrado el catalán Saúl Craviotto, el gallego Carlos Pérez Rial, el asturiano Fran Llera y el castellano leonés Pablo Andrés para colgarse la medalla de oro.

Sin concesión alguna y con la determinación propio de quien se sabe superior, del que enfoca un objetivo con claridad, el relevo español ha tenido una actuación pletórica que ha encaminado con un golpe de autoridad de Craviotto al colocar a España líder al término del primer relevo en el que superó al inglés Mckeever, nuevo campeón mundial desde hacía unas horas.

La sevillana Beatriz Manchón y la asturiana Jana Smidakova han obtenido el sexta lugar en K-2 200 en una final en la que las españolas compiten conscientes de su prioridad en K-4 aunque sin descuidar el K-2, pero el de 500, de distancia olímpica.

En 500 metros, España con una única embarcación en final A, el K-4 femenino, ha acariciado el podio en el que ha estado en el pasado Mundial y Europeo y del que en esta ocasión se ha quedado por una diferencia de cuatro décimas con el equipo polaco que precisó la consulta de foto de llegada.

Tras una salida nula, la tripulación española -integrada por la andaluza Beatriz Manchón, la asturiana Jana Smidakova y las gallegas Sonia Molanes y Teresa Portela- remó en puestos de medalla en los que hizo su paso por el ecuador de la carrera, sin embargo, una sobresaliente progresión de las polacas, animadas por el entusiasmo de su público, que acompañaban la remontada de su K-4, les ha dejado a las puertas del podio.

En K-4, el particular duelo entre las superpotencias de Hungría y Alemania se ha resulto con triunfo de las magiares, dominadoras de la regata.

La competición, que ha concluido en la ciudad polaca de Poznan, con la participación de setenta países, ha ofrecido novedades como la inclusión en el programa de competición de la distancia de 5.000 metros y el C-1 femenino, además de confirmar el relevo, cuya espectacularidad la ha convertido en una de las pruebas más festejadas por los espectadores.

La connotación mundialista asturiana se extiende al éxito de los vigentes campeones olímpicos de K-2 500, Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial, los palistas que tienen en Trasona su lugar de entrenamiento, a las órdenes del técnico Miguel García. Ellos se han echado a la espalda el peso de la selección española para encauzar una actuación que adolecía de la irrebatible contundencia que proporcionan las medallas. Fueron plata en K-2 200, la nueva prueba olímpica, y se sumaron a Fran Llera y Pablo Andrés para revalidar la medalla de oro en el relevo de K-1 200.

La delegación española, que aspiraba a repetir las cuatro medallas obtenidas en el último Campeonato del Mundo, ha rozado el podio en otras dos pruebas, especialmente significativas por su carácter olímpico y por el potencial español en ambas, el C-1 1.000 de David Cal y el K-4 500 de Manchón, Smidakova, Molanes y Portela.

A un año de la apertura de la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres, los resultados de los palistas españoles son un guiño al optimismo, sobre todo por la contundencia con la que los campeones olímpicos de K-2 han encarado los 200 metros, su objetivo en la cita británica.

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