miércoles, julio 18, 2012

cetrerìa a 100m de casa

El cetrero Kiko Llopis junto al águila Harris en La Rosaleda de Màlaga antes de uno de sus vuelos para espantar a las palomas que se comen las semillas del cèsped.

.-.-.-.-.-.-.-.-.

Esta tarde cuando sacaba al king2 a evacuar cuando oì un ruido fuerte en el pino grande a la entrada del bosque que empieza a 100m de casa.

Era una paloma grande que se habìa espantado y cuàl fuè mi sorpresa al ver que en un prado que està a 20m en lìnea recta de un chalet y a 50m del àrbol habìa uno de los jòvenes del altet con un ave rapaz ,un halcòn peregrino, colocada en un guante en su mano izquierda.

El chico estaba entrenando ,el halcòn cerca de una urbanizaciòn (20m)y a 200m de un parque donde hay niños jugando, sin contar los animales domèsticos, a los que puede atacar tales como perros pequeños y gatos. Por otro lado hay cables elèctricos y de telèfono donde el ave se puede electrocutar y/o enredar.

No es el sitio adecuado para entrenar el ave, aunque no la haga volar, tiene que llevarla a un lugar despejado sin gente y sin animales domèsticos, por el bien del ave, de las personas y de los animales.

Falco peregrinus

El halcón peregrino (Falco peregrinus) es una especie de ave falconiforme de la familia Falconidae de distribución cosmopolita. Es un halcón grande, del tamaño de un cuervo, con la espalda de color gris azulado y la parte inferior blanquecina con manchas oscuras; la cabeza es negra y cuenta con una amplia y característica bigotera también de color negro. Puede volar a una velocidad de crucero de 100 km/h, pero cuando caza efectuando un ataque en picado puede alcanzar más de 300 km/h, lo que lo convierte en el animal más rápido del mundo.3 4 Como en otras aves de presa, la hembra es de mucho mayor tamaño que el macho.

La distribución geográfica de sus áreas de cría abarca desde la tundra ártica hasta el sur de América del Sur. Se le puede encontrar casi en todas partes de la Tierra, excepto en regiones polares extremas, montañas muy elevadas y en la mayor parte de las selvas tropicales; la única área terrestre extensa sin hielo en la cual está completamente ausente es Nueva Zelanda, lo que la convierte en el ave de presa más extendida del mundo.7 Tanto el nombre científico como el nombre en español de esta especie significan «halcón viajero», a causa de los hábitos migratorios de muchas poblaciones del norte.

Aunque su dieta consiste casi exclusivamente en aves de tamaño medio, caza de vez en cuando pequeños mamíferos, pequeños reptiles e incluso insectos. Alcanza la madurez sexual en un año y se empareja de por vida. Anida en pequeñas oquedades en el suelo sin aportar ningún material, normalmente en bordes de acantilados o, en los últimos tiempos, en estructuras elevadas construidas por humanos.8 El halcón peregrino se convirtió en una especie en peligro en muchas áreas debido al uso de pesticidas, sobre todo DDT. Desde la prohibición del DDT a principios de los años 1970, las poblaciones se recuperaron, apoyadas por la protección a gran escala de sus lugares de anidamiento y liberación de ejemplares en la naturaleza.

Su longitud corporal varía entre 34 y 58 cm, y su envergadura es de entre 80 y 120 cm.5 10 Los machos y las hembras tienen un plumaje y marcas similares, pero, como en otras aves de presa, muestra un marcado dimorfismo sexual en su tamaño, con la hembra un 30% mayor que el macho.11 Los machos pesan entre 440 y 750 g, mientras que las hembras, notablemente mayores, pesan entre 910 y 1.500 g; para las variaciones de peso entre las distintas especies, ver la siguiente sección del artículo.

La espalda y las largas y puntiagudas alas de los adultos varían generalmente de un negro azulado a un gris pizarra con barras oscuras indistintas (ver «Subespecies» más adelante); los extremos del ala son negros.10 El vientre y la zona interna de las alas varían de color blanco a oxidado y con finas barras limpias de color marrón oscuro o negro.12 La cola, coloreada como la espalda pero con barras limpias y finas, es larga, estrecha y redondeada al final con la punta negra y una banda blanca en su extremo. La parte superior de la cabeza, junto con su amplia bigotera a lo largo de las mejillas, es negra, contrastando de forma notoria con los lados pálidos del cuello y la garganta blanca.13 La cera es amarilla, como las patas y el pico, y las garras son negras.14 El pico superior es serrado cerca de la punta, una adaptación que permite a los halcones matar a sus presas cortándoles la columna vertebral en el cuello.15 5 6 Los jóvenes presentan una coloración más parda y con la parte inferior con rayas, más que barras, y tienen la cera de color azulado pálido.

Taxonomía y sistemática

Esta especie fue descrita por primera vez por Marmaduke Tunstall en su Ornithologia Britannica de 1771 bajo su actual nomenclatura binominal.16 El nombre científico Falco peregrinus, significa «halcón viajero» o «halcón nómada» en latín.17 18 En efecto, el nombre común de la especie se refiere a sus hábitos migratorios en la mayor parte de idiomas europeos.19 El término latino para halcón, falco, está relacionado con falx, que en latín significa hoz, en referencia a la silueta de las alas largas y puntiagudas del halcón en vuelo.

La subespecie Falco peregrinus peregrinus, descrita por Tunstall en 1771, se reproduce en la mayor parte de la Eurasia templada entre la tundra del norte y los Pirineos, región del Mediterráneo y el cinturón alpino en el sur. Es principalmente no migratorio en Europa, pero migratorio en Escandinavia y Asia. Los machos pesan 580–750 g, mientras que las hembras pesan 925–1.300 g.

Falco peregrinus brookei, descrito por Sharpe en 1873, conocido como el halcón peregrino mediterráneo o el halcón maltés.Se ven desde la península Ibérica, alrededor del Mediterráneo, excepto en regiones áridas, hasta el Cáucaso. No son migratorios. Es más pequeño que la subespecie propuesta y la parte ventral por lo general tiene un tono oxidado.12 Los machos pesan aproximadamente 445 g, mientras que las hembras pesan hasta 920 g.

Ecología y comportamiento

Vive principalmente a lo largo de cadenas montañosas, valles fluviales, líneas costeras y, cada vez más, en ciudades.12 En regiones de inviernos suaves habitualmente se convierte en un residente permanente y algunos individuos, principalmente machos adultos, permanecerán en el territorio de cría. Las poblaciones que se reproducen en climas árticos emigran grandes distancias hacia el sur durante el invierno.45 Se le cita a menudo como el animal más veloz del planeta cuando realiza sus vuelos en picado para cazar, lo que implica elevarse a una gran altura y luego lanzarse hacia abajo a velocidades que habitualmente alcanzan más de 300 km/h,4 y golpear un ala de su presa para no dañarse en el impacto.3 Un estudio sobre la física del vuelo de un hipotético «halcón ideal» fijó un límite de velocidad teórico de 400 km/h para el vuelo de baja altitud y de 625 km/h para el vuelo de gran altitud.

En 2005 se registró a un halcón efectuando un vuelo en picado a una velocidad máxima de 389 km/h.

Su esperanza de vida en la naturaleza es de hasta 15,5 años.6 El índice de mortalidad en su primer año de vida está entre el 59 y el 70%, disminuyendo a un 25-32% en los adultos.6 Aparte de amenazas antropogénicas como la colisión contra objetos construidos por los humanos, el halcón peregrino puede ser cazado por grandes águilas o grandes búhos.

Alimentación

El halcón peregrino se alimenta casi exclusivamente de aves de tamaño medio, como patos, gaviotas, pájaros cantores y palomas.14 Aparte de murciélagos cazados por la noche,50 este halcón raramente caza pequeños mamíferos, pero captura de vez en cuando a ratas, liebres, ratones y ardillas; En áreas urbanas, su principal presa es la paloma bravía, seguida de otras aves comunes en las ciudades, como el estornino pinto y el vencejo común.

Caza al amanecer y al anochecer, cuando la presa es más activa, pero en las ciudades también por la noche, en particular durante períodos de migración es cuando la caza nocturna se vuelve más frecuente. Algunas especies migratorias nocturnas cazadas por los halcones peregrinos incluyen especies tan diversas como el cuclillo piquigualdo, el zampullín cuellinegro, el rascón de Virginia y la codorniz común. Para la caza requiere de espacios abiertos, por lo que a menudo lo hace sobre lagos, pantanos, valles, campos y tundra. Busca las presas desde una posición estática elevada o desde el aire. Una vez localizada la presa, comienza su ataque en picado, doblando hacia atrás la cola y las alas y con las patas pegadas al cuerpo. La presión atmosférica a los más de 300 km/h de velocidad que alcanza, podría dañar los pulmones del ave, pero unos pequeños tubérculos óseos en las fosas nasales del halcón redirigen las ondas de choque del aire que entra en las fosas (como las tomas de aire y conos de entrada de los motores a reacción), permitiendo al ave respirar más fácilmente mientras realiza el picado reduciendo el cambio de presión atmosférica. Para proteger sus ojos, los halcones usan sus membranas nictitantes («terceros párpados») para limpiar las lágrimas y proteger los ojos manteniendo la visión. La presa es golpeada y capturada en el aire; golpea su presa con la garra apretada, atontándola o matándola y luego da la vuelta para capturarla en el aire.52 En el caso de que la presa fuera demasiado pesada para él, la deja caer a tierra. Despluma la presa antes de comérsela.

Relación con los humanos

El halcón peregrino es una de las aves más usadas en cetrería.

El halcón peregrino se usa en la cetrería desde hace más de 3.000 años, cuando iniciaron su utilización los nómadas en Asia Central.55 Por su capacidad de lanzarse en picado a altas velocidades, era muy solicitado y usado a menudo por halconeros con experiencia.11 Durante la Segunda Guerra Mundial fueron utilizados para interceptar a palomas mensajeras.62 Se utilizan también en algunas ocasiones para espantar aves en aeropuertos y así reducir el riesgo de impactos de éstas contra los aviones, mejorando la seguridad del tráfico aéreo.63 También se le utiliza en la actualidad como un sistema alternativo de control biológico en la agricultura, erradicando o disminuyendo el número de otras especies de aves que dañan los cultivos.

Esfuerzos para su recuperación y situación actual

Muchos halcones peregrinos se han instalado en grandes ciudades y anidan en catedrales, repisas de ventanas de los rascacielos y torres de puentes colgantes.

http://es.wikipedia.org/wiki/Falco_peregrinus

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

cetrerìa

Así lo explicó Juan de Vallés en 1556, en su Libro de Acetrería: "Cuando (el ave) esté de noche en la alcándara (la percha) y vieren que ya duerme, desvélenlo y pónganle allí una candela, y si esto no bastare hagan un papel redondo y en medio de él un agujero y pónganselo por la cabeza y una candela delante, porque como se encoge para dormir, el mismo papel con el ruido que hace lo despierta, y no hay cosa que más los amanse que el desvelarlos y no dejarlos dormir".

La versión actual de este párrafo la protagonizó Adolfo Elena, criador y cetrero madrileño, con una cría de águila escudada que le acababan de enviar de Chile.

1.- Guante y 2.- Caperuza El guante es imprescindible para sostener a la rapaz en el puño. En la edad media se realizaban con piel de perro. Hoy se fabrican con piel de becerro o de canguro. Dependiendo de si son de trabajo o de parada (de lujo), su precio oscila entre 7.000 y 20.000 pesetas. La caperuza se coloca sobre la cabeza de la rapaz y sirve para tranquilizarla cuando se procede a su curación o transporte. Su tamaño varía en función de la variedad y del sexo. Se fabrican en cuero resistente y flexible. De 5.000 a 20.000 pesetas.

El pollito tenía 70 u 80 centímetros de altura, un pico como un cuchillo y garras poderosas y afiladas, pero no por eso fue desterrado del dormitorio conyugal. Puso al pájaro junto a la mesilla de noche, encaperuzado para tranquilizarlo lo más posible (las rapaces se alertan con la vista y se exacerban con la luz) y, cada vez que se dormía, lo despertaba con una caricia, en el pecho o en la espalda, que lo hacía erizarse como un gato.

Que se lo cuenten a Olga, la mujer de Adolfo: "Toda la noche notando cómo se movía el lado contrario de la cama. Despertándome cuando se incorporaba para tocar al águila". Ambos viven felizmente en una pequeña casa en Serracines (Madrid), con sus dos hijas y rodeados de flores, cacatúas, loros, gatos y, sobre todo, rapaces. Su jardín es el de cualquier cetrero avezado: césped liso con bancos o apoyaderos donde tres, cuatro halcones, gavilanes, azores, reposan encapirotados a la sombra de algún árbol y con un cuenco de agua al lado.

En pocos años España se ha puesto a la cabeza de Europa en lo que a cetrería se refiere. Alrededor de un millar de personas cuida y entrena rapaces para cazar con ellas cuando se levanta la veda de aves, conejos o liebres. Gente normal y corriente, como Adolfo, que es empleado de Telefónica, o gente de dinero como Antonio de Castro. Apasionados todos y dispuestos a aflojar las 230.000 pesetas que cuesta por término medio una buena hembra de halcón peregrino. Pero sigue siendo una minoría privilegiada (muchos jeques árabes, por ejemplo) la que puede permitirse gastar los siete u ocho millones de pesetas que se piden por las mejores rapaces, como el halcón gerifalte blanco de Dinamarca o de Groenlandia.

Cada uno de estos pájaros exige un cuidado exquisito. Debe volar diariamente, ha de comer lo justo, debe tener espacio y aire libre y ha de ser atendido con mimo en los largos meses de la muda del plumaje o durante los periodos de cría.

Hace tiempo que los históricos odios entre ecologistas y cetreros dejaron de tener sentido, pero la cetrería sigue prohibida en algunas comunidades autónomas. Durante los años 80, la caza estaba mínimamente controlada en España. La ley de 1970 apenas fijaba las vedas y los animales protegidos. Pero las denuncias de los verdes, que acusaban a los cetreros de esquilmar los nidos de las rapaces, influyó en la promulgación de la restrictiva ley de 1989, que prohibía la cetrería justo cuando comenzaba a resurgir gracias a los esfuerzos de Félix Rodríguez de la Fuente.

Los cetreros reaccionaron con indignación. Demostraron que las aves estaban siendo diezmadas por la destrucción de los ecosistemas contaminados y por la electrocución contra los cables de luz, y también envenenados por los nuevos pesticidas. Probaron que ellos reproducían en cautividad y hacían más por la conservación de estas especies que muchos ecologistas.

"Era impensable que se acabase con una tradición tan antigua y noble", explica Antonio de Castro, historiador de la cetrería y único portador del título de Halconero Real. "De hecho, la decadencia del esplendor medieval sólo puede entenderse como consecuencia de la supresión del Cuerpo de Cetreros de Su Majestad, la Real Fábrica de Volatería, por decisión de Fernando VI. No le gustaba este arte, al contrario que a su madre, Isabel de Farnesio, que era una apasionada".

La Federación de Caza consiguió finalmente que el Tribunal Constitucional delegase en las autonomías la regulación de la cetrería. Cataluña ha desarrollado una legislación liberal autorizando no sólo la caza en las épocas apropiadas, sino hasta la desnidación natural cuando existe exceso de determinada población de aves. Lo mismo ha ocurrido en Valencia, donde se permite el vuelo de las rapaces -sin caza- para mantener su estado de musculación, durante todo el año. En Castilla y León se da el otro extremo: Bono prohibió por completo no sólo la cetrería sino hasta la cría, condenando a los cetreros (que practican fuera de esa comunidad) a comprar las aves en el extranjero a precios abusivos.

La mirada de los aficionados está puesta ahora en la esperada legislación madrileña. "Muchas comunidades", dice De Castro, "aplazan la salida de sus reglamentos para ver cómo se soluciona el problema en Madrid. No somos partidarios del establecimiento de zonas de caza libres, porque los terrenos resultan esquilmados. Pero sí de que se permita, como en Valencia, volar a los halcones. De otro modo no hay forma de mantenerlos sanos ni de prepararlos para las temporadas de caza". Teniendo en cuenta que los cetreros actuales, gracias a las técnicas de fecundación artificial y a las incubadoras, y muy controlados por el Ministerio de Sanidad, están contribuyendo decisivamente a la recuperación de la población de rapaces, parece sensato fomentar una práctica antiquísima, llena del sabor de las crónicas del infante Don Juan Manuel. La urraca sabia. No hay nada tan curioso como un lance de halcón y urracas, especialidad en la que es maestro reconocido Adolfo Elena, y para la que no le importa pegarse el madrugón. Adolfo, que asesoró al Príncipe Felipe en la serie La España salvaje, se apasiona describiéndolo: "La urraca es un córvido listísimo que burla con facilidad a los halcones".

Antonio de Castro ha sido testigo de cómo una urraca burló a un halcón de Adolfo Elena durante horas. "Cuando el pájaro estaba a punto de dejarse coger de puro agotamiento, Adolfo llamó al halcón y sólo musitó una frase: `Ella ha ganado'. Y la dejó vivir, porque el halcón no se la merecía".

Para ambos, como para muchos jóvenes que se incorporan a este arte, "la cetrería es medida, equilibrio, horas de familiaridad con un pájaro, entrenamiento, dedicación y paciencia", dice Antonio. "El premio", termina, "son los lances únicos, ésos que te ponen los ojos lacrimosos. Yo sólo he visto uno. Era un día de invierno, con un sol magnífico. Mi pájaro era un punto en el cielo, que a veces se vislumbraba y a veces no. De repente se oyó el ruido del halcón cortando el aire a una velocidad de vértigo. En cuestión de segundos, en un picado perpendicular, acuchilló a la perdiz. Después la trabó y se posó sobre ella... Me compensó mis 24 años de cetrería".

http://www.elmundo.es/magazine/m68/textos/cetreria1.html

No hay comentarios: